Bacalao con verduras.

Un plato muy tradicional y de profundas raices Vizcainas, exportado a los 4 puntos cardinales.

En el Siglo XV guardan el secreto de los caladeros Británicos, del norte de Europa y Canadá, donde hallaron cantidades ingentes de Bacalao y llenaban sus barcos cuando la captura de ballenas no era propicia.

También se les atribuye el uso de la sal y su enorme éxito de conservación cuando la refrigeración en las bodegas era ciencia ficción. Además el bacalao carece de un exceso de grasa, cosa ideal para tal proceso.

En esos tiempos la Iglesia imponía mas de 160 dias de vigilia al año prohibiendo la ingesta de carne, popularizándose así su consumo y llegándose a considerar comida de pobres.

Ingredientes para 6 personas

• 1 Kg. de Bacalao desalado.
• 6 Tomates frescos.
• 1 Cebolla.
• 2 Pimientos verdes.
• 1/2 Calabacín tierno.
• 4-5 dientes de ajo.
• Unas tiras de pimiento de piquillo.
• Un poco de harina.
• Aceite de oliva.
• Azúcar.
• Sal.

Los trozos de Bacalao los tenemos 24 horas desalándose o se pueden comprar ya desalados.

Lavamos y troceamos los tomates frescos y 1/2 cebolla, y los ponemos en una sartén a medio fuego con un poco de sal y azúcar para hacer nuestra salsa de tomate.

Harinamos los trozos de Bacalao y únicamente los marcamos en otra sartén con aceite de oliva.

Lavamos y troceamos el 1/2 calabacín, la otra 1/2 cebolla, los pimientos verdes y los dientes de ajo bién picaditos ( éstos los últimos), echándolo todo en el mismo aceite  donde hemos marcado el bacalao hasta que se poche todo y salamos una pizca.

Después de 15 minutos aproximadamente a fuego medio, ya se habrá hecho el tomate y  lo batimos.

Lo pasamos por el chino para que no queden grumos de la piel del tomate etc y conseguir una rica textura, añadiéndo la mitad de ese tomate a la cazuela de barro donde ya tenemos el bacalao dispuesto. Ahuecamos con cuidado los trozos del pescado con una espátula, permitiendo que la salsa de tomate cubra el fondo de la cazuela y así evitamos que se pegue.

A continuación vertemos la otra mitad de la salsa de tomate sobre la verdura ya pochada y agregamos a nuestro gusto el pimentón picante.

Mantenemos a fuego lento unos minutos para que se fundan todos los sabores y es el momento de agregarlo al bacalao.

Cuando ya está todo dispuesto en la cazuela de barro, se deja a fuego lento unos minutos, se tapa el guiso y se deja reposar.

Este plato es más sabroso si se hace de un día para otro.

Solo nos queda elegir alguno de nuestros vinos, mi propuesta un Txakolí.

Ser Felices!